Luís Gayán

Submitted by admin on dc., 01/05/2019 - 21:49

Hace años que padezco de una patología bastante difícil de explicar, pero básicamente se trataría de múltiples dolores musculares, diagnosticados como fibromialgia, en paralelo con serios problemas de coordinación ocular, que yo vivo como un todo.

Durante los últimos quince años he probado de todo, homeopatía, acupuntura, fitoterapia, masajes, osteopatía, infiltraciones, medicación, fisioterapeutas de diversas ramas, etc. y nada funcionaba, como mucho efímeros beneficios que se esfumaban en cuanto usaba los músculos, que es siempre. Solo un reposo relativo y prolongado, difícilmente compatible con una vida activa, resultaba efectivo.

En los últimos años, una dieta sin gluten ni lácteos, un peso adecuado y una higiene postural estricta ayudaba; además, de un cambio constante de gafas para adaptar la distancia focal a la necesidad acomodativa requerida a mis ojos. De vez en cuando la medicación prescrita, que poco hacía.

Llevaba años sin probar nada nuevo, harto de gastar dinero, tiempo y esperanzas. A finales del año pasado me decidí por probar la T.A. con Míriam. Llevo actualmente unas veinte sesiones. No diré que sea una panacea y que mi vida haya cambiado de forma radical, pero ha supuesto una mejora significativa y sobre todo persistente. Disto de tener una salud muscular normal, pero ahora puedo hacer más cosas y me recupero antes. Sé que todo ayuda, la actitud, la alimentación, la corrección óptica adecuada, un cierto reposo que obliga a renunciar a ciertas cosas, pero sé también que la T.A. me está ayudando, a subir el listón de las cosas que puedo hacer un par de peldaños, muchas veces los suficientes como para poder encarar cosas con los que antes no me habría atrevido.